viernes, 19 de diciembre de 2008

21 de diciembre de 2008, Cuarto domingo de Adviento

 

Primera Lectura

Samuel 7, 1-5.8-12.14.16

 

Lectura del segundo libro de Samuel,

 

Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?" Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dice el corazón, porque el Señor está contigo".

Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: '¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra.

Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.

Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".

 

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

 

Salmo Responsorial

Salmo 88

 

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

 

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos.

 

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

 

Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'.

 

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

 

El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice".

 

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

 

Segunda Lectura

Romanos 16, 25-27

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos,

 

Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.

 

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

 

 

Lectura del santo Evangelio

Lucas 1, 26-38

 

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

 

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

 

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

 

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios.

 

Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.

 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

 

viernes, 12 de diciembre de 2008

Lecturas Dominicales, 14 de diciembre de 2008

Tercer domingo de Adviento

 

Primera Lectura

Isaías 61, 1-2.10-11

 

Lectura del libro del profeta Isaías,

 

El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros y a pregonar el año de gracia del Señor.

 

Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia que se adorna con sus joyas.

 

Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

 

Palabra de Dios.

 

Te alabamos, Señor.

 

Salmo Responsorial

Salmo Responsorial Lucas 1

 

Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

 

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso los ojos en la humildad de su esclava.

 

Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

 

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega, de generación en generación, a los que lo temen.

 

Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

 

A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo.

 

Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

 

Segunda Lectura

Tesalonicenses 5, 16-24

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses,

 

Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan la acción del Espíritu Santo, ni desprecien el don de profecía; pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno. Absténganse de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa.

 

Palabra de Dios.

 

Te alabamos, Señor.

 

Evangelio

Juan 1, 6-8.19-28

 

† Lectura del santo Evangelio según san Juan

 

Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino testigo de la luz.

 

Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres tú?" El reconoció y no negó quién era. El afirmó: "Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?" El les respondió: "No lo soy". "¿Eres el profeta?" Respondió: "No".

 

Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?" Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".

 

Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias".

 

Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.

 

Palabra del Señor.

 

Gloria a ti, Señor Jesús.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Lecturas Dominicales, 28 de septiembre de 2008

XXVI Domingo Tiempo Ordinario

 

Primera Lectura

Ezequiel 18,25-28

 

Lectura del libro del profeta Ezequiel,

 

Esto dice el Señor: "Si ustedes dicen:

'No es justo el proceder del Señor',

 escucha, casa de Israel:

¿Conque es injusto mi proceder?

¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?

Cuando el justo se aparta de su justicia,

comete la maldad y muere;

muere por la maldad que cometió.

Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo

y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida.

Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos,

ciertamente vivirá y no morirá".

 

Segunda Lectura

Filipenses 2,1--11

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses,

 

Hermanos:

Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo,

si de algo sirve una exhortación nacida del amor,

si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar,

un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.

Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción;

antes bien, por humildad,

cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.

Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.

Cristo, siendo Dios,

no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina,

sino que, por el contrario,

se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo,

y se hizo semejante a los hombres.

 

Evangelio

Mateo 21,28-32

 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

 

En aquel tiempo,

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto?

Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'.

El le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue.

El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo.

Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"

Ellos le respondieron: "El segundo".

Entonces Jesús les dijo:

"Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas

se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan,

predicó el camino de la justicia y no le creyeron;

en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto,

se han arrepentido ni han creído en él".

viernes, 19 de septiembre de 2008

Lecturas Dominicales, 21 de septiembre de 2008

XXV Domingo Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Isaías 55,6-9

Lectura del libro del profeta Isaías,

Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, 
invóquenlo mientras está cerca;
que el malvado abandone su camino, y el criminal, 
sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad;
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, 
sus caminos no son mis caminos,, dice el Señor.
Porque así como aventajan los cielos a la tierra,
así aventajan mis caminos a los de ustedes
y mis pensamientos a sus pensamientos.

Segunda Lectura
Filipenses 1,20-24.27

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses,

Hermanos:
Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte,
Cristo será glorificado en mí.
Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo
me permite trabajar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir. Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte,
el deseo de morir y estar con Cristo,
lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;
y por la otra, el de permanecer en vida,
porque esto es necesario para el bien de ustedes.
Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna
del Evangelio de Cristo.

Evangelio
Mateo 20,1-16

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: 
"El Reino de los cielos es semejante a un propietario
que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. 
Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día,
los mandó a su viña..
Salió otra vez a media mañana,
vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 
'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré
lo que sea justo'.
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. 
Por último, salió también al caer la tarde
y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo: 
'¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?'
Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. 
Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: 
'Llama a los trabajadores y págales su jornal,
comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. 
Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde
y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros,
creyeron que recibirían más;
pero también ellos recibieron un denario cada uno.
Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 
'Ésos que llegaron al último sólo trabajaron una hora,
y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, 
que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos:
'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia.
¡Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? 
Toma, pues, lo tuyo y vete.
Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. 
¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero?
¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?' De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".

viernes, 29 de agosto de 2008

Lecturas Dominicales, 31 de agosto de 2008

XXI Domingo Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Jeremías 20,7-9

Lectura del libro del profeta Jeremías,

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir;
fuiste más fuerte que yo y me venciste.
He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar,
he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor,
me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme:
"Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre". Pero había en mí como un fuego ardiente,
encerrado en mis huesos;
yo me esforzaba por contenerlo y no podía.

Segunda Lectura
Romanos 12,1.-2

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:
Por la misericordia que Dios les ha manifestado,
los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos
como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios,
porque en esto consiste el verdadero culto.
No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar
los transforme internamente,
para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Evangelio
Mateo 16,21-27

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo,
comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos
que tenía que ir a Jerusalén
para padecer allí mucho de parte de los ancianos,
de los sumos sacerdotes y de los escribas;
que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole:
"No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo:
"¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme
tropezar en mi camino,
porque tu modo de pensar no es el de Dios,
sino el de los hombres!"
Luego Jesús dijo a sus discípulos:
"El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo,
que tome su cruz y me siga.
Pues el que quiera salvar su vida, la perderá;
pero el que pierda su vida por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? iY qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir
rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles,
y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras".

viernes, 22 de agosto de 2008

Lecturas Dominicales, 24 de agosto de 2008

XXI Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Isaías 22,19-23

Lectura del libro del profeta Isaías,

Esto dice el Señor a Sebná, mayordomo de palacio:

"Te echaré de tu puesto y te destituiré de tu cargo.

Aquel mismo día llamaré a mi siervo,

a Eleacín, el hijo de Elcías;

le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda

y le traspasaré tus poderes.

Será un padre para los habitantes de Jerusalén

y para la casa de Judá.

Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro.

Lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. Lo fijaré como un clavo en muro firme

y será un trono de gloria para la casa de su padre".

Segunda Lectura

Romanos 11,33-36

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

¡Qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios

e incomprensibles sus caminos!

¡Quién ha conocido jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero?

¿Quién ha podido darle algo primero,

para que Dios se lo tenga que pagar?

En efecto, todo proviene de Dios,

todo ha sido hecho por él y todo está orientado hacia él. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Evangelio

Mateo 16,13-20

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región

de Cesarea de Filipo,

hizo esta pregunta a sus discípulos:

"¿ Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?"

Ellos le respondieron:

"Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".

Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo:

"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".

Jesús le dijo entonces:

"¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan,

porque esto no te lo ha revelado ningún hombre,

sino mi Padre, que está en los cielos!

Y yo te digo a ti que tú eres Pedro

y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella.

Yo te daré las llaves del Reino de los cielos;

todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo,

y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie

que él era el Mesías.

domingo, 17 de agosto de 2008

Lecturas Dominicales, 17 de agosto de 2008

Primera Lectura
Isaías 56,1 .6 -7

Lectura del libro del profeta Isaías,

Esto dice el Señor:
"Velen por los derechos de los demás, 
practiquen la justicia, 
porque mi salvación está a punto de llegar
y mi justicia a punto de manifestarse.
A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, 
amarlo y darle culto,
a los que guardan el sábado sin profanarlo
y se mantienen fieles a mi alianza,
los conduciré a mi monte santo
y los llenaré de alegría en mi casa de oración.
Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar,
porque mi casa será casa de oración para todos los pueblos".

Segunda Lectura
Romanos 11,13-15.29-32

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:
Tengo algo que decirles a ustedes, 
los que no son judíos, 
y trato de desempeñar lo mejor posible este ministerio. 
Pero esto lo hago también para ver si provoco
los celos de los de mi raza
y logro salvar a algunos de ellos.
Pues, si su rechazo ha sido reconciliación para el mundo, 
¿qué no será su reintegración, sino resurrección
de entre los muertos?
Porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección. 
Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios
y ahora han alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos,
en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes
y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, 
también ellos la alcanzarán. 
En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos
en la rebeldía,
para manifestarnos a todos su misericordia.

Evangelio
Mateo Mateo 15,21-28

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, 
Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. 
Entonces una mujer cananea le salió al encuentro
y se puso a gritar:
"Señor, hijo de David, ten compasión de mí.
Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio". 
Jesús no le contestó una sola palabra;
pero los discípulos se acercaron y le rogaban:
"Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros". 
Él les contestó:
"Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel".
Ella se acercó entonces a Jesús, 
y postrada ante él, le dijo: "¡Señor, ayúdame!"
Él le respondió:
"No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos".
Pero ella replicó:
"Es cierto, Señor;
pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos".
Entonces jesús le respondió:
"Mujer, ¡qué grande es tu fe! 
Que se cumpla lo que deseas".
Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.

viernes, 8 de agosto de 2008

Lecturas Dominicales, 10 de agosto de 2008

XIX Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

1 Reyes 19, 9. 11-13

Lectura del primer libro de los Reyes,

Al llegar al monte de Dios, el Horeb,

el profeta Elías entró en una cueva y permaneció allí.

El Señor le dijo: "Sal de la cueva y quédate en el monte

para ver al Señor, porque el Señor va a pasar".

Así lo hizo Elías, y al acercarse el Señor, vino primero un viento huracanado,

que partía las montañas y resquebrajaba las rocas;

pero el Señor no estaba en el viento. Se produjo después un terremoto;

pero el Señor no estaba en el terremoto.

Luego vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se escuchó el murmullo de una brisa suave. Al oírlo, Elías se cubrió el rostro con el manto

y salió a la entrada de la cueva.

Segunda Lectura

Romanos 9, 1-5

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:

Les hablo con toda verdad en Cristo; no miento.

Mi conciencia me atestigua, con la luz del Espíritu Santo,

que tengo una infinita tristeza y un dolor incesante

tortura mi corazón.

Hasta aceptaría verme separado de Cristo,

si esto fuera para bien de mis hermanos,

los de mi raza y de mi sangre,

los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas;

y de su raza, según la carne, nació Cristo,

el cual está por encima de todo

y es Dios bendito por los siglos de los siglos. Amén.

Evangelio

Mateo 14,22—33

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, inmediatamente después

de la multiplicación de los panes,

Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca

y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a 'solas para orar.

Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entretanto, la barca iba ya muy lejos de la costa

y las olas la sacudían, porque el viento era contrario.

A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua,

se espantaron y decían:

"¡Es un fantasma!" Y daban gritos de terror.

Pero Jesús les dijo enseguida:

"Tranquilícense y no teman. Soy yo".

Entonces le dijo Pedro:

"Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven".

Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús;

pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo,

comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame Señor!" Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó.

Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios".

viernes, 1 de agosto de 2008

Lecturas Dominicales, 3 de agosto de 2008

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Isaías 55, 1-3

Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor:
"Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua;
y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan
y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien,
saborearán platillos sustanciosos.
Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua,
cumpliré las promesas que hice a David".

Segunda Lectura
Romanos 8, 35.37-39

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:
¿Qué cosa podrá apartarnos del amor
con que nos ama Cristo?
¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado;
pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida,
ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo,
ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna
podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.

Evangelio
Mateo 13,44-52

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista,
subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre,
se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y empieza a oscurecer.
Despide a la gente para que vayan a los caseríos
y compren algo de comer".
Pero Jesús les replicó: "No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer".
Ellos le contestaron:
"No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados". Él les dijo: "Tráiganmelos".
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados,
y mirando al cielo, pronunció una bendición,
partió los panes y se los dio a los discípulos
para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse,
y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos.
Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.

viernes, 25 de julio de 2008

Lecturas Dominicales, 27 de julio de 2008

XVII Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura
1 Reyes 3, 5-13

Lectura del primer libro de los Reyes,

En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón
en sueños y le dijo:
"Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré".
Salomón le respondió:
"Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre,
porque se portó contigo con lealtad,
con justicia y rectitud de corazón.
Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia,
porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono.
Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo,
sucediera en el trono a mi padre, David.
Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar.
Soy tu siervo y me encuentro perdido
en medio de este pueblo tuyo,
tan numeroso, que es imposible contarlo.
Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón,
para que sepa gobernar a tu pueblo
y distinguir entre el bien y el mal.
Pues sin ella, i quién será capaz de gobernar
a este pueblo tuyo tan grande?"
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría
y le dijo:
"Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas,
ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido.
Te doy un corazón sabio y prudente,
como no lo ha habido antes, ni lo habrá después de ti.
Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido:
tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo".

Segunda Lectura
Romanos 8,28—30

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:
Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios,
de aquellos que han sido llamados por él,
según su designio salvador.
En efecto, a quienes conoce de antemano,
los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo,
a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama;
a quienes llama, los justifica;
y a quienes justifica, los glorifica.

Evangelio
Mateo 13,44-52

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud:
"El Reino de los cielos se parece a un tesoro
escondido en un campo.
El que lo encuentra lo vuelve a esconder y,
lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El Reino de los cielos se parece también
a un comerciante en perlas finas
que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.
También se parece el Reino de los cielos a la red
que los pescadores echan en el mar
y recoge toda clase de peces.
Cuando se llena la red,
los pescadores la sacan a la playa y se sientan
a escoger los pescados;
ponen los buenos en canastos y tiran los malos
Lo mismo sucederá al final de los tiempos:
vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido.
Allí será el llanto y la desesperación.
¿Han entendido todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí". Entonces él les dijo:
"Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia,
que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas".

viernes, 18 de julio de 2008

Lecturas Dominicales, 20 de julio de 2008

XVI Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Sabiduría 12,13.16-19

Lectura del libro de la Sabiduría
No hay más Dios que tú, Señor, que cuidas de todas las cosas. No hay nadie a quien tengas que rendirle cuentas de la justicia de tus sentencias.
Tu poder es el fundamento de tu justicia,
y por ser el Señor de todos, eres misericordioso con todos. Tú muestras tu fuerza a los que dudan de tu poder soberano y castigas a quienes, conociéndolo, te desafían.
Siendo tú el dueño de la fuerza,
juzgas con misericordia y nos gobiernas con delicadeza, porque tienes el poder y lo usas cuando quieres.
Con todo esto has enseñado a tu pueblo
que el justo debe ser humano,
y has llenado a tus hijos de una dulce esperanza,
ya que al pecador le das tiempo para que se arrepienta.

Segunda Lectura
Romanos 8,26-27

ectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos
Hermanos:
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad,
porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir,
porque el Espíritu mega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.

Evangelio
Mateo 13,24-43

Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la muchedumbre:
"El Reino de los cielos se parece a un hombre
que sembró buena semilla en su campo;
pero mientras los trabajadores dormían,
llegó un enemigo del dueño,
sembró cizaña entre el trigo y se marchó.
Cuando crecieron las plantas y se empezaba
a formar la espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo:
'Señor, ¡qué no sembraste buena semilla en tu campo?
¡De dónde; pues, salió esta cizaña?'
El amo les respondió: `De seguro lo hizo un enemigo mío'.
Ellos le dijeron: '¡Quieres que vayamos a arrancarla?'
Pero él les contestó:
'No. No sea que al arrancar la cizaña,
arranquen también el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y,
cuando llegue la cosecha, diré a los segadores:
Arranquen primero la cizaña y átenla
en gavillas para quemarla;
y luego almacenen el trigo en mi granero".
Luego les propuso esta otra parábola:
"El Reino de los cielos
es semejante a la semilla de mostaza
que un hombre siembra en un huerto.
Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas,
pero cuando crece, llega a ser más grande
que las hortalizas y se convierte en un arbusto,
de manera que los pájaros vienen
y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola:
"El Reino de los cielos
se parece a un poco de levadura que tomó una mujer
y la mezcló con tres medidas de harina,
y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas
con parábolas, y sin parábolas nada les decía,
para que se cumpliera lo que dijo el profeta:
Abriré mi boca y les hablaré con parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
Luego despidió a la multitud y se fue a su casa.
Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó:
"El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre,
el campo es el mundo,
la buena semilla son los ciudadanos del Reino,
la cizaña son los partidarios del maligno,
el enemigo que la siembra es el diablo,
el tiempo de la cosecha es el fin del mundo,
y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego,
así sucederá en el fin del mundo:
el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino
a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados,
y los arrojen en el horno. encendido.
Allí será el llanto y la desesperación.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".

sábado, 12 de julio de 2008

Lecturas Dominicales, 13 de julio de 2008

XV Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura
Isaias 55,10 -11

Lectura del libro del profeta Zacarías,

Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor:
"Como bajan del cielo la lluvia y la nieve
y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer,
así será la palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí sin resultado,
sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión".

Segunda Lectura
Romanos 8,18-23

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos:
Considero que los sufrimientos de esta vida
no se pueden comparar con la gloria
que un día se manifestará en nosotros;
porque toda la creación espera,
con seguridad e impaciencia,
revelación de esa gloria de los hijos de Dios.
La creación está ahora sometida al desorden,
no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió.
Pero dándole al mismo tiempo esta esperanza:
que también ella misma va a ser liberada
de la esclavitud de la corrupción,
para compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos, en efecto,
que la creación entera gime
hasta el presente y sufre dolores de parto;
y no sólo ella, sino también nosotros,
los que poseemos las primicias del Espíritu,
gemimos interiormente,
anhelando que se realice plenamente
nuestra condición de hijos de Dios,
la redención de nuestro cuerpo.

Evangelio
Mateo 13,1 -23

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba
y se sentó a la orilla del mar.
Se reunió en torno suyo tanta gente,
que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó,
mientras la gente permanecía en la orilla.
Entonces Jesús les habló de muchas cosas
en parábolas y les dijo:
"Una vez salió un sembrador a sembrar,
y al ir arrojando la semilla,
unos granos cayeron a lo largo del camino;
vinieron los pájaros y se los comieron.
Otros granos cayeron en terreno pedregoso,
que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto,
porque la tierra no era gruesa;
pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron,
y como no tenían raíces, se secaron.
Otros cayeron entre espinos,
y cuando los espinos crecieron,
sofocaron las plantitas.
Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto:
unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta.
El que tenga oídos, que oiga".
Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron:
"¿Por qué les hablas en parábolas?"
Él les respondió:
"A ustedes se les ha concedido
conocer los misterios del Reino de los cielos,
pero a ellos no.
Al que tiene, se le dará más y nadará en la abundancia;
pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará.
Por eso les hablo en parábolas,
porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.
En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice:
Oirán una y otra vez y no entenderán;
mirarán y volverán a mirar, pero no verán;
porque este pueblo ha endurecido su corazón,
ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos,
con el fin de no ver con los ojos,
ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón.
Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen.
Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos
desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron
y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.
A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende,
le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron
a lo largo del camino.
Lo sembrado sobre terrero pedregoso significa
al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces,
y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel
que oye la palabra,
pero las preocupaciones de la vida y la seducción
de las riquezas la sofocan
y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena
representa a quienes oyen la palabra,
la entienden y dan fruto: unos,
el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta".

Lecturas, 6 de julio de 2008

Primera Lectura
Zacarías 9, 9-10

Lectura del libro del profeta Zacarías,

Esto dice el Señor:
"Alégrate sobremanera, hija de Sión;
da gritos de júbilo, hija de Jerusalén;
mira a tu rey que viene a ti, justo y victorioso,
humilde y montado en un burrito.
Él hará desaparecer de la tierra de Efraín
los carros de guerra y de Jerusalén, los caballos de combate.
Romperá el arco del guerrero y anunciará la paz a las naciones.
Su poder se extenderá de mar a mar
y desde el gran río hasta los últimos rincones de la tierra".

Segunda Lectura
Romanos 8,9.11-13

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos,

Hermanos y hermanas:
Ustedes no viven conforme al desorden egoísta del hombre,
sino conforme al Espíritu, puesto que el
Espíritu de Dios habita verdaderamente en ustedes.
Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.
Si el Espíritu del Padre,
que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes,
entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos,
también les dará vida a sus cuerpos mortales,
por obra de su Espíritu, que habita en ustedes.
Por lo tanto, hermanos,
no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre,
para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta.
Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos.
Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen
sus malas acciones, entonces vivirán.

Evangelio
Mateo 11, 25-30

Lectura del santo Evangelio según san Mateo,

En aquel tiempo, Jesús exclamó:
"¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos,
y las has revelado a la gente sencilla!
Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos.
Nadie conoce al Hijo sino el Padre,
y nadie conoce al Padre sino el Hijo
y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí, todos los que están fatigados
y agobiados por la carga,
y yo los aliviaré.
Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón,
y encontrarán descanso,
porque mi yugo es suave y mi carga ligera".

Lecturas, 29 de junio de 2008

Primera Lectura
Hechos 12,1 -11

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles,

En aquellos días, el rey Herodes mandó, apresara algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso agradaba a los judíos,también hizo apresar a Pedro.Esto sucedió durante los díasde la fiesta de los panes Ázimos.Después de apresarlo, lo hizo encarcelary lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos de guardia, de cuatro soldados cada turno.
Su intención era hacerlos comparecerante el pueblo después de la Pascua.Mientras Pedro estaba en la cárcel,la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.La noche anterior al día en que Herodesiba a hacerlo comparecer ante el pueblo,Pedro estaba durmiendo entre dos soldados,atado con dos cadenasy los centinelas cuidaban la puerta de la prisión.De pronto apreció el ángel del Señory el calabozo se llenó de luz.El ángel tocó a Pedro en el costado,lo despertó y le dijo: "Levántate pronto".Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron. El ángel le dijo:"Cíñete la túnica y ponte las sandalias", y Pedro obedeció. Después le dijo: "Ponte el manto y sígueme".
Pedro salió detrás de él,sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía,y le parecía más bien que estaba soñando.Pasaron el primero y el segundo puesto de guardiay llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle.La puerta se abrió sola delante de ellos.Salieron y caminaron hasta la esquina de la calley de pronto el ángel desapareció.Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: "Ahora sí estoy seguro de que el Señorenvió a su ángel para librarme de las manos de Herodesy de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me hicieran".


Segunda Lectura
2 Timoteo 4,6 8.17-18

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Timoteo,


Querido hermano:Ha llegado para mí la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida.He luchado bien en el combate,he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida,con la que el Señor, justo juez,me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amorsu glorioso advenimiento.Cuando todos me abandonaron,el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramenteel mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.Y fui librado de la fauces del León.El Señor me seguirá librando de todos los peligrosy me llevará sano y salvo a su Reino celestial.


Evangelio
Mateo 16,13-19


Lectura del santo Evangelio según san Mateo,


En aquel tiempo,cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos:"¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?". Ellos respondieron:"Unos dicen que eres Juan el Bautista;otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas". Luego les preguntó:"Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?".Simón Pedro tomó la palabra y le dijo:"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le dijo entonces:"¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan,porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos!Y yo te digo a ti que tú eres Pedroy sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos:todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo,y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo".